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Un rollo de papel iluminado

¿Sabes cómo convertir un tubo de neón frío y anónimo en algo poético, irónico y lleno de carácter? Marc Sadler lo consigue para Foscarini (www.foscarini.com), envolviendo un rollo de papel, como si fuera un trozo de pergamino en su apariencia y textura, alrededor de un eje central. El resultado es una estructura suspendida, suave y fluida que evoca una sensación de ligereza, alegría y calidez.

Te hablamos de Jamaica, una lámpara de alto impacto, desarrollada horizontalmente como una nube, original, única y de alta tecnología. Imagínatela en el comedor de tu casa… o sobre la mesa de reuniones de tu oficina… o en el hall de un hotel… La linealidad y la aparente sencillez del resultado final han requerido un estudio prolongado y numerosas pruebas para definir el material más adecuado con el que conseguir la deseada sensación de ligereza, por un lado, y la perfecta representación formal de la idea, por el otro, obteniendo una alquimia difícil entre técnica e imaginación.

La lámpara de suspensión Jamaica infunde una sensación de ligereza con su suave volumen suspendido, obtenido mediante una lámina de papel recubierta con una fina capa de polímero y enrollado alrededor de un eje central. La fuente de luz que permanece oculta es doble. Unas tiras superpuestas contienen y difunden la luz de neón emitida por el tubo dentro de la lámpara, proporcionando un efecto atmosférico encantador. Original y apelando a una amplia gama de gustos, Jamaica es perfecta para la calidez de un hogar, sin embargo, también es ideal para uso en espacios públicos. Las lámparas colgantes que solemos colocar en el comedor están de moda y, además, siempre hacen que los ambientes clásicos luzcan mucho más brillantes y sofisticados.

La lámpara colgante además de dar la luz necesaria para ver, hace que los límites de la estancia se acerquen, y que al sentarnos alrededor de la mesa, sintamos sobre nosotros calidez y recogimiento. Investigación e innovación, atención a la calidad del proceso productivo y del servicio ofrecido, internacionalidad, máxima flexibilidad y, sobre todo, cultura y centralidad del producto que nace siempre de un “buen proyecto”. Estos son los elementos que caracterizan la identidad empresarial de Foscarini.

Gracias a estas cualidades, la marca ha conseguido desarrollar la propia colección de modelos de gran personalidad, fruto de una fuerte coherencia entre diseño y realización. La colaboración con grandes maestros y jóvenes talentos del diseño internacional, distintos por experiencia profesional, han permitido el desarrollo de realizaciones originales y dictadas en cada caso por las características del proyecto individual.

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