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Un recorrido de diseño, arte y decoración llamado Molavide

¿Sabes qué es Molavide? ¿Suena bien, verdad? Se trata de un original evento que se celebró en Madrid recientemente donde tuvo mucho que ver la creatividad, el arte, el diseño… y, sobre todo, la gente y las tiendas del Barrio de Trafalgar, concretamente, la Plaza de Olavide. Fueron muchos los visitantes que quisieron acercarse hasta aquí y descubrir las originales intervenciones de jóvenes decoradores que quisieron darle un aire nuevo a los establecimientos tradicionales del lugar despertando una gran expectación y admiración. ¿Te apetece conocer los detalles?

Hasta 50 comercios de este barrio madrileño, entre bares y restaurantes, tiendas de decoración, anticuarios, galerías de arte, librerías, un herbolario, pastelerías, tiendas de alimentación infantil, de vino, etc. fueron los protagonistas de esta iniciativa. “Un recorrido con final feliz por Trafalgar”, como definían los organizadores.

Todo surgió de la cabeza de Guille García-Hoz, decorador con tienda y estudio en el barrio. Han sido muchos los anticuarios, galeristas e interioristas que en los últimos años se han instalado en Trafalgar y él quería buscar la forma de dar a conocer esta situación y, sobre todo, promocionar la zona y sus establecimientos. ¿Cómo? Pues en forma de jornada de puertas abiertas donde el comercio tradicional y los profesionales del mundo de la decoración crearan sinergias entre ellos. Y el resultado ha sido Molavide.

Jóvenes profesionales como Rocío Olmo, Boro Maré, Ricardo de la Torre o Borja Pérez de Camino y otros ya consagrados como Antonio Alvarado y Polita Hats aportaron su creatividad y profesionalidad a los diferentes espacios comerciales participantes con resultados realmente sorprendentes y muy aplaudidos. Así, los visitantes pudieron disfrutar de la percusión africana de Gazzambo Gallery, la gran tarta que reproducía la Plaza de Olavide del Taller de Tartas, la transformación del showroom de García-Hoz en una frutería o la intervención con sombreros del bar La Barra, entre otras muchas.

Y eso no fue todo en esta jornada dedicada al diseño y el arte. En el corazón de la plaza se alzó un mercadillo con unos 25 puestos donde se podían encontrar antigüedades, objetos de coleccionismo, de decoración, complementos, etc. Y la guinda la pusieron los bares y restaurantes que quisieron aportar su granito de arena creando pinchos exclusivos para la ocasión.

Pero Molavide aún tenía una sorpresa más preparada como “fin de fiesta”. Por la noche tuvo lugar la entrega de los Premios Trafalgar para galardonar aquellos nombres y espacios que destacaron sobre los demás. Pepe Leal se llevó el premio al Mejor Interiorista, el Cuenco de Pepa logró el mayor galardón en la categoría de hostelería y el Espacio Molavide recayó en Borja Pérez de Camino por su intervención en Welcome Skateboarding. Ah! Y hasta se pensó en premiar al mejor pincho, cómo no, y la suerte recayó en el restaurante Paulino de Quevedo.

El balance de la jornada no podía ser más satisfactorio por parte de quienes participaron y quienes se acercaron hasta este barrio madrileño. Una iniciativa que estamos seguros que el próximo año celebrará una nueva y mejor segunda edición. ¿No querrás perdértela, verdad? Recuerda su nombre: Molavide.

Fotografías: Asier Rua

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