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Un apartamento para dos en el Village neoyorquino

Queremos empezar la semana invitándote a viajar a la Gran Manzana, concretamente a visitar un pequeño apartamento donde reside una joven pareja quien ha buscado crear un hogar contemporáneo que respira vida. El proyecto nos lo facilita la firma de mobiliario Stua (www.stua.com), algunas de cuyas piezas de diseño protagonizan  las estancias. Desde las amplias ventanas se divisa la calle llena de árboles y de gente, un entorno típicamente neoyorquino.

Para los que han seguido la serie «Sexo en Nueva York«, la calle Perry, en el Village, es especial porque es en la que vivía Carrie Bradshow. Este apartamento se encuentra en dicha ubicación pero en él habitan Michael, director de marketing, e Iris, una estilista de origen holandés. Los muebles de Stua forman parte de algunas estancias mezclándose con otros. Por ejemplo, en el salón se encuentra la conocida butaca Nube, el piel cognac, un diseño de Jesús Gasca & Jon Gasca de 2007, que combina la ortodoxia plana y ortogonal de los espacios contemporáneos con las curvas del cuerpo humano. Su estructura es ligera, liviana, mínima. El volumen queda delimitado por las sobrias líneas rectas de exterior, enriquecida por la gracia de las curvas del interior.

Nube se combina, en este caso, con las mesas Eclipse, de Jon Gasca, 2009, inspiradas en las formas orgánicas que se encuentran en la naturaleza. El conjunto de mesas de diferentes tamaños y alturas permite que las más pequeñas se oculten bajo las mayores, complementándose sus siluetas para crear formas contemporáneas.

En un espacio tan reducido como este apartamento, las mesas Eclipse permiten dejar espacio libre cuando no se utilizan, sin perder un ápice de su diseño esencial, cuyo carácter fundamental es la personalidad y generosidad de sus formas. Otra de las apuestas de esta pareja neoyorquina es, para la cocina, el taburete Onda, cuyo revolucionario diseño fue creado por el fundador de Stua, Jesús Gasca, en el 2006. Sus formas se basan en las curvas del cuerpo humano y su resonancia en las curvas de las ondas sinusoidales. El pequeño respaldo en forma de onda le aporta su personalidad y le da un notable apoyo lumbar. Su cuidado diseño resulta estético desde cualquier ángulo considerándose un taburete intemporal.

La mesa que acompaña al taburete Onda es la mesa Zero, del mismo diseñador pero de 1995, con una pata central en aluminio y base de acero inoxidable. Un diseño sencillo con vocación de ser discreto y funcional. Una mesa casi indestructible por la calidad de sus componentes. … Y hasta aquí, el cuidado, discreto y estudiado interiorismo de un apartamente en la ciudad de los rascacielos.

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