Si eres, como nosotros, un apasionado de la arquitectura, existe una ciudad europea que has de visitar sí o sí. Se trata de Rotterdam, en Holanda, menos conocida que su capital -Ámsterdam- pero igualmente importante, sobre todo por su fuerte carácter urbano, marcado por unos edificios muchos de los cuales son ya iconos de esta gran urbe que vio nacer a Erasmo.
No siempre es fácil renacer de las cenizas y recuperar tu enclave dentro del mapa europeo, pero Rotterdam lo supo hacer tras haber sufrido los estragos de los bombardeos durante la II Guerra Mundial que, sobre todo, afectaron a su casco antiguo. La reconstrucción se centró en impulsar un nuevo trazado urbano potenciando una destacada arquitectura. Actualmente su principal atractivo se centra en los numerosos edificios que te asaltan durante tu paseo por las calles y avenidas de Rotterdam. Has de tener la cámara siempre a punto, como cuando divises el famoso puente Erasmus, conocido también como El Cisne, obra del arquitecto Ben van Berkel. Sus 800 metros unen la zona norte con la sur de la ciudad sobre el río Maas.
Desde diferentes puntos de Rotterdam, tus ojos se desviarán hacia una torre imponente que se alza a 185 metros de altitud bajo el nombre de Euromast. Se halla junto al Het Park y la puedes visitar y admirar desde allá arriba una vista privilegiada de la ciudad. Además, en las alturas, cuenta con un restaurante y un pequeño hotel para aquellos visitantes que no padezcan de vértigo. Como muchas otras ciudades europeas, la cultura en Rotterdam es también un elemento clave de cara a atraer al turista. Te recomendamos la visita al conocido Museo de las Culturas o Werelsmuseum, con varias colecciones antropológicas que repasan las costumbres de otros pueblos milenarios. Y si te encanta el pintor holandés Van Gogh, en el Museo Boymans Van Beuningen tienes una exposición de su obra que no puedes perderte.
El tiempo de ocio en Rotterdam tiene un apartado importante dedicado a las compras, pudiendo comenzar el recorrido por la céntrica calle Hoogstraat para descubrir infinidad de comercios de lo más diverso, incluyendo los famosos coffee shop, para los aficionados a fumar marihuana. Y cuando cae la noche, el protagonismo se lo llevan las numerosas discotecas, porque por algo es considerada la capital del dance.
Perfectamente comunicada desde España vía avión o tren, si estás pensando en viajar a esta acogedora ciudad de los Países Bajos, las mejores épocas son en verano y otoño porque el resto del año los habitantes se encierran muy pronto en casa dado que sus horarios son muy distintos a los nuestros. Por lo demás, es un destino que no te lo acabarás. Ah, y aunque escuches por sus calles el neerlandés, tú tranquil@ que con el inglés te entenderás perfectamente.
Más información: www.rotterdam.es
