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Nueva York: un viaje de cine

¿Qué podemos contarte de la mítica ciudad de Nueva York que no sepas ya? Quizás eres de los afortunados que pueden presumir de haber pisado ya sus espectaculares calles y vivido su inigualable ambiente cosmopolita. Pero a lo mejor eres de los que continúa soñando con escaparse algún día a esta ciudad de cine. Estés en una situación o en otra, leer, oír o ver cosas de la Gran Manzana siempre es un placer para los sentidos, así que ahí va nuestro post viajero de hoy viernes dedicado a tus recuerdos o a tu ilusión.

Llegar a Nueva York se hace a través de los aeropuertos de JFK, el más habitual, o el de Newark y de allí a Manhattan puedes desplazarte en uno de los famosos taxis amarillos o bien esperar a alguno de los autobuses que te llevan hasta puntos clave del centro de la ciudad. Una vez te encuentres en el corazón de tu destino soñado, la sensación de “familiaridad” de muchas de las cosas que te rodean es brutal pero no te equivoques, no es que hayas estado allí en otra vida, no, es que en miles de películas has visto esos escenarios que ahora tienes ante ti: una fachada, una esquina, un cartel… La emoción te embriaga por momentos!

Y entonces llega la pregunta del millón: por dónde empiezo a descubrir Nueva York? Lo lógico es que ya vengas desde tu casa con el planning más que organizado, pero sino improvisa sobre la marcha y déjate llevar por el propio ritmo que marcan los ciudadanos y turistas. Ojo, un ritmo non stop, porque la ciudad nunca duerme, como tampoco lo hace su metro que funciona 24 horas ininterrumpidamente. Hay propuestas que no pueden faltar en tu viaje a la Gran Manzana, como un paseo por la Quinta Avenida, asistir a un musical en Times Square, ver la Estatua de la Libertad, visitar el Museo del MOMA, subir a lo más alto del Empire State, probar un hot dog en plena calle, escuchar una misa góspel en cualquier iglesia de Harlem, regatear en los mercados de Chinatown…

recorrer las encantadoras tiendas del Soho, degustar la mejor pizza en Little Italy, cruzar el puente de Brooklyn, visitar la famosa Zona 0, entrar en Central Station, observar el río Hudson desde cualquier emplazamiento, fotografiar el skyline neoyorquino de noche, acercarte hasta la misma puerta de la Bolsa en pleno distrito financiero de Wall Street, ir de pic-nic al Central Park…

Y podríamos seguir con la lista de ideas y sugerencias porque en Nueva York nunca te aburres, siempre tienes cosas para ver y hacer durante cada uno de los días que estés por allí. Para eso, sí, es importante buscarte un alojamiento a buen precio aunque no será fácil porque todos los hoteles tienen ganada a pulso su fama de poco económicos. Pero si no te importa, también puedes optar por alquilar alguna habitación o apartamento para estancias cortas que no le haga tanto daño a tu bolsillo. Así que, ya sabes, mapa en mano y cámara a punto, trata de exprimir al máximo cada segundo que respires en la ciudad de los rascacielos más impresionantes del planeta. No dejes que te lo cuenten!!

Más información: www.nuevayork.net

Fotografías: Carolina Morro

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